La investigación, si bien se diferencia de la experiencia
común -la opinión, o doxa como dirían los filósofos griegos-, en cuanto a la
profundidad y sistematicidad del conocimiento científico, tiene en común con el
pensamiento cotidiano que ambos se originan en un interés personal por conocer
algo desde una perspectiva íntima y cercana.
Ahora bien, establecido esto, veamos cómo describir en pocos
pasos el proceso de investigación de forma genérica en el área humanista.
Cómo se inicia un proceso de investigación:
1.
Algo te inquieta
Sea cual sea el contexto en el cual
se inicia una investigación (ocio, motivos académicos, laborales), el objeto de
investigación es una realidad que quieres conocer, quieres saber el porqué de
algo, cómo funciona (o por qué no funciona), tal vez quieres modificarlo,
mejorarlo, crearlo, recrearlo, etc.
2.
Obsérvalo
Cuando ya tienes identificado ese
problema, objeto o realidad, el siguiente paso es considerar todas las
variables relacionadas directamente a él. Es importante que la observación sea
lo más detallada posible, y si tienes la capacidad, el trabajo o el tiempo
suficiente para observarlo con cuidado, identificar constantes será de mucha
ayuda en el futuro.
3.
Revisa la bibliografía disponible
Acceder a artículos, libros,
grabaciones, audios o cualquier material especializado que ha sido producido en
torno al tema que te interesa es un paso indispensable que debes dar para
avanzar en tu investigación.
La razón de esto es que el
conocimiento cada vez es más abundante, especializado y cada vez más accesible
a aquellos interesados en un área específica del quehacer humano. Revisar la
bibliografía te permitirá no sólo conocer si tu tema ya ha sido investigado,
sino que también podrás expandir tu comprensión, entrar en contacto con otros
sistemas de ideas, de métodos, de resultados y de personas, que al igual que tú,
se encontraron en la encrucijada de expandir los límites del saber y del hacer.
Cuando te encuentres en esta etapa,
podrán ocurrir dos escenarios principales:
3.1 El tema ya existe. Si es así,
entonces tendrás cuatro posibilidades:
3.1.1 Expandirlo. Un mismo objeto de
investigación tiene muchas aristas que pueden ser cubiertas desde una
perspectiva propia sin afectar la originalidad de tu trabajo.
3.1.2 Revisarlo. Si tienes la suficiente
convicción y la evidencia empírica de que el tema u objeto de investigación fue
mal interpretado, vagamente estructurado, que la teoría es incompleta o
incorrecta, entonces puedes ofrecer tu propia teoría y criticar la(s)
anterior(es).
3.1.3 Contrastarlo. Para algunas personas una
discusión bibliográfica sobre la base de una revisión exhaustiva de distintas
fuentes es un trabajo valioso.
3.1.4 Reinterpretarlo. Sobre la base de que
la teoría que has revisado está lo suficientemente fundamentada, o por qué no
decirlo, que se ajusta a tu propia perspectiva (suele suceder en el área de las
humanidades), revisitarla desde tu propia perspectiva puede dar resultados
interesantes.
3.2 ¡Felicitaciones! Has dado con
una investigación original. Por supuesto, esta posibilidad es bastante limitada
como para ser real, ya que el conocimiento humano es progresivo y acumulativo,
es decir, nos apoyamos en el trabajo de otros para construir el nuestro. Como
dijo el sabio “A hombros de gigantes”.
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